domingo, 15 de marzo de 2009

POR DONDE ASOMA LA POESÍA


El mes de marzo siempre me abruma. Personalmente vivo tan concienciada de lo que sucede en el universo de las mujeres que marzo me rebosa.
No quiero decir que no apoye las celebraciones que se suceden en estas fechas. Todo lo contrario, me parecen un instrumento más, imprescindible, para la causa que todas y todos sabemos cual es.
Pero me rebosa por el oportunismo de quienes se apuntan a la foto y nunca se han preocupado del tema. O han segado la hierba bajo los pies de las mujeres que se han dejado sus mejores días luchando solidariamente por un lugar para todas. Soñando con un mundo de armonía y equilibrio entre todas y todos. Pero así son las cosas.
Y aunque no voy a repasar toda la historia es bueno recordar que las mujeres francesas que participaron activamente en su famosa revolución, soñando con ser equiparadas y equiparables acabaron en la guillotina.
El olvido y la marginación de Clara Campoamor fueron notorios, dolorosos, crueles e injustos. Seguimos igual. Aplaudimos un momento a las mujeres que se implican en una sociedad mejor, pero nos quedamos con las que asumen y defienden abierta o solapadamente, según les conviene, la jerarquía patriarcal. Ellos contentos, algunos, los más torpes o inseguros. Y ellas tranquilas, algunas, las más ladinas. Olvidando cuanto, qué y a quién deben los avances que hacen posible su sitio...Y el valor supremo de la Justicia reducido a componendas. Y la gratitud convertida en un pañuelo de papel arrugado dentro de cualquier papelera.
Me agobian las imágenes falsas de todos los medios. Pero apoyo y aplaudo lo auténtico.
Por eso me agobia marzo. Y aunque estamos a mediados, corto y cambio. Y paso a dedicar a quien me lea uno de mis poemas. Ya que tengo que recordar una vez más que aquí también hablamos de Poesía. Dejemos que se asome.

CON EL ALMA DESNUDA
Y me voy por la vida
Con el alma desnuda
Y el corazón abierto
Olvidando que el mundo
Me prefiere vestida
Con corazas de cuero.
Voy tendiendo las manos
Ofreciendo caricias
Sosteniendo desmayos
Y el aire se hace espeso
Desde un mirar huraño
Que detiene mi gesto.
Y es que voy por la vida
Con el alma desnuda
Rebosante de sueños.
Voy pisando descalza
Por caminos hostiles
Esquivando guijarros
Apartando las zarzas.
Y aunque soy cuidadosa
Me arañan con sus ramas.
Me hieren con sus púas
A través de miradas.
Me hieren los silencios
Y también las palabras.
Van tentando mis manos
Senderos en el aire
Mullidos de tibiezas.
Y se encuentran mis dedos
Con agudas espinas
Goteando corales
En abrupta maleza.
Y es que voy por la vida
Con el alma desnuda
Y el corazón abierto
Olvidando que el mundo
Me prefiere vestida
Con corazas de cuero.