lunes, 15 de septiembre de 2008

CON LAS VIEIRAS NO SE JUEGA

Hace unos días decidí cambiar el menú que pensaba ofrecer a unos amigos. Y lo hice eliminando un guiso de Vieiras. Las tenía a buen recaudo en el congelador, su procedencia era legal y las condiciones sanitarias impecables. Pero las noticias sobre tan preciado manjar eran confusas y alarmantes y no quería inquietar a mis invitados. Esto podría ser una anécdota sin importancia, sino fuera un dato más de las consecuencias a las que nos llevan comportamientos cerriles e irresponsables, como los practicados por cocineros y restauradores que se surten del marisqueo furtivo y sin control sanitario, en aras del beneficio propio, arriesgando la salud de los consumidores y el prestigio de los productos del mar, que son seña de identidad de Galicia.
Pero lo más triste es que algunos llamados “intelectuales” y algún político trasnochado- nacionalista para más INRI - se prodigaron en muestras de apoyo a cierta infractora y cocinera de lujo, y en velados comentarios justificativos del marisqueo furtivo. Parece que el delito no estaba en saltarse la norma, ni el infractor o infractora era quien la había burlado, sino quien cuidaba de que nuestros productos del mar conservasen su calidad y prestigio, quienes velaban por la salud de los consumidores.
Me sentía abochornada ante hechos semejantes. Ante comentarios tan poco éticos e inteligentes, ante fotos que difunden la imagen de una Galicia caduca, pueblerina y atrasada. Sentí pena por mi amada y hermosa tierra. ¿Son esas sus clases ilustradas, sus dirigentes? Si así fuera seguiríamos en la “longa noite da pedra” .
Afortunadamente la prensa del domingo 14 de septiembre me devolvió el optimismo, porque incluso en las páginas de un diario local como La Región aparecían dos artículos poniendo los hechos en su sitio y juzgando las actitudes con sano e inteligente criterio, porque en esta mi amada tierra de origen también hay otra gente que sabe como hacer las cosas y mirar al futuro, sobreponiéndose a comportamientos chapuceros todavía muy anclados en determinados sectores, que se resisten a desaparecer. Pero yo les recomiendo especialmente que tiren de hemeroteca y lean un artículo de Suso de Toro, publicado en el suplemento de Galicia del diario El País (14-9-o8), titulado LA GALICIA AUTODESTRUCTIVA, donde entre otras cosas dice que no se puede, por un lado, poner en valor nuestra tradición culinaria y, lo que se ha hecho con una mano, deshacerlo con la otra. Afirma también que la Administración ha invertido mucho para que se le de al forastero centolla o buey de cetárea francesa por marisco de la ría.
El mismo razonamiento es aplicable a las Vieiras de riesgo. Textualmente afirma el gran escritor y articulista: “manchar la Vieira es manchar el símbolo del camino de Santiago”.
Personalmente pienso que, utilizar la demagogia de la supervivencia de la gente dedicada al marisqueo ilegal es una falacia, una justificación de cierto pillaje que, de mantenerse, puede ser pan duro para hoy y hambre segura para mañana.
También les garantizo que hay exquisitas Vieiras en condiciones optimas de consumo y con todas las bendiciones legales. No se las pierdan. Ah, no hace falta ir a lugares famosos y caros para degustarlas.

1 comentario:

Yago dijo...

Cuánto cateto y cuánto delicuente suelto anda por ahí. Y no sé quién hace más daño de los dos. Ojalá se llegue al final del asunto para limpiar bien la buena pero maltrecha imagen gallega. Por sucesos como este se nos considera una región de chiste.