domingo, 25 de mayo de 2008

SIGUEN LAS MUERTES


Estamos en mayo de 2008, terminando un mes de reconfortantes lluvias que alivian la sed de campos y pantanos. Y mientras la primavera viste de flores nuestros campos la violencia machista sigue cubriendo de negro nuestras esperanzas. De modo que cuando pretendo escribir sobre este dolor que me acompaña, me encuentro con un pequeño artículo, redactado hace casi dos años, desgraciadamente vigente, y por ello decido transcribirlo e incorporarlo a este Blog que pretende compartir con otras personas inquietudes literarias y preocupaciones sociales.


Comienzo estas líneas a punto de extinguirse el año 2006.El nuevo Año forcejea ya para ver el sol. Cuando este artículo se lea caminaremos por el 2007:el siglo veintiuno de nuestra era. Nos preceden culturas milenarias de las que solo conocemos vestigios. En todas convivieron varones y hembras, por algo se ha perpetuado la especie. Los papeles desempeñados por unos u otras y las formas de emparejamiento han sido diversas; así lo atestiguan las investigaciones de culturas antiguas o de sociedades primitivas que perduran en algunos rincones del planeta. Pero esto se investiga poco y se divulga menos, porque interesa mantener en lo que se puede los residuos de la cultura patriarcal en la que se nos ha educado. Es una forma de mantener el poder en el lado masculino. La lucha por el poder es tan antigua como la vida y no se da solo entre culturas o sociedades: se da también entre sexos.
Las reivindicaciones feministas no intentan arrebatar un territorio impropio. Solo pretenden recuperar su espacio y lograr la equidad y armonía de la sociedad utilizando dones de la naturaleza, como el pensamiento y diferentes destrezas. La fuerza física, necesaria antaño para la supervivencia, contribuyó al sometimiento femenino. Pero estamos en la era de la inteligencia y de la tecnología en las que hombres y mujeres son equivalentes. Ellas emplean la capacidad intelectual, la preparación y la cultura para recuperar su propio espacio. Los hombres más inteligentes valoran su aportación. Los otros, los mediocres, los acomplejados, utilizan lo que les queda para someterlas y dominarlas: la fuerza bruta Y las matan. Y los/as demás... ¿Vamos a seguir consintiéndolo?.Esto puede ocurrir en tu barrio y en la casa de al lado. ¿Nunca has oído un lamento, un llanto? Las leyes no pueden funcionar en el vacío, solo son un marco para los procedimientos legales. La reprobación social y las denuncias son imprescindibles. ¡Denuncia el delito y apoya a la víctima!

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